Inspectores relevan marquesinas, vidrieras y columnas. Buscan depejar veredas y evitar las contaminación visual. Empezaron en Tigre y seguirán por Rincón y Pacheco.
Con el objetivo principal de despejar los centros comerciales de Tigre de cartelería ilegal o adecuarla a las limitaciones que establece el Código de Publicidad municipal, un grupo de inspectores comenzó a recorrer las calles y avenidas principales para fotografiar y relevar cada negocio. Con esa información luego notificarán a los comerciantes que deban retirarla, modificarla o declararla ante la Comuna.
El equipo de inspectores está conformado por 16 alumnos que cursan la Tecnicatura de Aministración en la sede de la Universidad Tecnológica Nacional, ubicada en Pacheco. Las recorridas, que empezaron la semana pasada, las hacen de lunes a viernes, durante la mañana. Van identificados con camperas rojas y una credencial, ya que en cada local se presentan y solicitan la habilitación del comercio para chequear de manera online, a través de tablets, la inscripción en el Municipio. “Luego, los inspectores relevan toda la publicidad que tiene el local: marquesina, inscripciones en vidrieras, cartelería sobre la vereda, columnas de publicidad, letreros y cualquier otro elemento publicitario o propagandístico. De todo generan un registro fotográfico para luego calcular las dimensiones”, explicó Daniel Chillo, secretario de Ingresos Públicos municipal.
En primera instancia, la intención del Municipio es despejar las veredas y el espacio aéreo de estructuras ilegales. Y también que los comercios adapten a las dimensiones permitidas los elementos que sí están contemplados en el código. Por ejemplo, de acuerdo a la Ordenanza 958/89, las marquesinas no pueden sobrepasar el ancho de la vereda ni ubicarse a una altura menor de 2,50 metros. Mientras que está prohibido cualquier tipo de anuncio excesivamente luminoso. “Lo importante es que los paseos, donde el Municipio ha invertido en la modernización y funcionalidad, no estén invadidos por publicidades que no estén autorizadas por la Comuna”, subrayó el funcionario.
Las primeras recorridas fueron en el centro comercial de Tigre, sobre la Avenida Cazón. Durante las inspecciones, que demandarán 60 días, el Municipio relevará el resto de los paseos. Está previsto que continúen por Rincón y Pacheco. También contemplarán la cartelería que hay en accesos muy transitados, como las colectoras de Panamericana y Acceso Tigre, y Camino de los Remeros y Bancalari-Benavídez. Por último, irán a los barrios. “Está bien el control, sobre todo para no perjudicar a los peatones ni a quienes pasan en auto y terminan siendo clientes”, dijo Cecilia Velazco, vecina de Rincón y empleada de un local de Cazón al 400 que ya fue relevado.
En otros 30 días, la Comuna comparará los datos obtenidos con los que tienen registrados. Si detectan alguna irregularidad, enviarán notificaciones a los comercios y los responsables tendrán un plazo de 10 días hábiles para presentarse en la Comuna a regularizar su situación.
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