viernes, 13 de mayo de 2016

10 alimentos que puedes comer después de caducados


La fecha de consumo preferente y la fecha en la que, de verdad, no se debe consumir el producto suelen ser muy confundidas, haciendo que se tiren a la basura algunos alimentos
La fecha de caducidad siempre ha sido un tema muy polémico entre la población. Las fechas de consumo preferente y la fecha en la que, de verdad, no se debe consumir el producto suelen ser muy confundidas, haciendo que se tiren a la basura algunos alimentos que todavía pueden ser consumidos.
Es el caso de los 10 productos que te ofrecemos a continuación, los cuales se pueden ingerir una vez pasada la fecha de caducidad, puesto que no suponen ningún riesgo para la salud. Tan sólo pierden su color, su olor o sus propiedades.
  1. Huevos. Aunque pensemos todo lo contrario, este alimento es uno de los que más duran, sobre todo si se mantiene correctamente refrigerado. No obstante, en los restaurantes no está permitido su uso. Existen muchos trucos para saber si un huevo es fresco o no.
  2. La miel. Aunque este producto no caduca, sí va envejeciendo y perdiendo sus propiedades. Los expertos apuntan a que bien conservadas, las mieles más naturales pueden llegar a durar hasta seis años con todas sus propiedades.
  3. Cereales. La baja humedad que tiene este alimento permite que se pueda consumir después de superar su fecha de caducidad, mientras se mantengan en un lugar seco.
  4. Pimentón. Las propiedades, el color, el sabor y el olor pueden perderse si se traspasa la fecha de caducidad de este producto. Y esto ocurre un año o dos después de superarla.
  5. Canela. Con esta especia ocurre exactamente lo mismo que con el pimentón. El delicioso aroma de la canela puede perderse con el paso del tiempo, pero no supone un riesgo para la salud si se consume después de la fecha preferente.
  6. Aceite. Mientras no se exponga a la luz solar, se podrá consumir sin después de superar la fecha de caducidad. Lo único que puede ocurrir es que su sabor se vuelva algo rancio.
  7. Conservas. Este producto se puede consumir después de caducar, pero hay que estar atentos a que los envases no estén deformados, hinchados y oxidados.
  8. Refrescos. Es aconsejable mantener los refrescos en lugares secos y a la sombra para mantener sus propiedades, no obstante, estos productos empiezan a perder el gas unos nueve meses después de caducar.
  9. Pasta fresca. Según la OCU, si este producto está bien refrigerado, puede consumirse hasta tres semanas después. La pasta seca, sin embargo, tiene una vida útil mucho más extensa.
  10. Chocolate. Este alimento puede consumirse de forma indefinida después de superar su fecha de caducidad, aunque puede cambiar su sabor y su color

lunes, 2 de mayo de 2016

Recuperar los valores del trabajo


 
 
Por Ezequiel Jarvis,
Subsecretario de Trabajo, Industria y Comercio de la Ciudad de Buenos Aires
 
 
La dinámica diaria del mundo laboral nos lleva a atender lo urgente y las demandas inmediatas, y son pocos los momentos en los que podemos frenar y pensar que hay algo que antecede ese esquema de tareas y está vinculado con la necesidad de recuperar y potenciar los valores del trabajo.
 
El Día del Trabajador representa un símbolo en el que recordamos a los “Mártires de Chicago” y sus reivindicaciones, pero al mismo tiempo, es una jornada icónica que nos permite poner en agenda otros aspectos y pensar sobre las competencias que necesitamos para forjarnos como trabajadores.
 
En ese sentido, desde la Ciudad de Buenos Aires, nos propusimos lanzar una campaña con el objetivo de potenciar esos valores que construyen un trabajo de calidad. Pensar cómo integrarlos y lograr que dejen de formar parte de un discurso vacío y políticamente correcto, para pasar a integrar la lista de capacidades que las personas deben adquirir para competir en el mercado laboral actual.
 
Esos valores, de acuerdo a las conclusiones a las que arribamos luego de extensos debates con las principales ONG`s que tratan la temática de la empleabilidad, se visualizan a través de tres dimensiones: la relación con uno mismo, la relación con los demás y la relación con las tareas que debemos realizar.
 
Con uno mismo, es importante trabajar en el autoconocimiento, la autocrítica, la confianza y la autoestima. Estas herramientas son necesarias para lograr una proyección personal y pensar en un futuro con esperanza y actitud protagonista.
 
En cuanto a la relación con los demás, es importante considerar la comunicación en todos sus aspectos para fortalecer el trabajo en equipo. De esa forma, profundizar los vínculos, saber pedir ayuda, preguntar, ofrecer, tener una apertura y una actitud de servicio, es lo que nos facilitará sacar adelante las situaciones más complejas que se nos presentan en el trabajo.
 
Por último, la relación con la tarea que debemos afrontar esta relacionada a la capacitación y a las aptitudes de los trabajadores en todos sus frentes. Esta se vincula con mantener una actitud de aprendizaje y darle el valor que conlleva la responsabilidad, el compromiso, la perseverancia, la iniciativa y el esfuerzo; capacidades todas que nos orientan a obtener los mejores resultados en nuestro ámbito laboral.
 
Estos ejes, lejos de quedar en la retórica, forman parte de los resultados de un fuerte trabajo de campo con representantes del sector público, empresas y organizaciones de la sociedad civil, con quienes se coincidió en la necesidad de potenciar la reconstrucción de la cultura del trabajo.
 
Es injusto hablar de la inexistencia de estos vectores, pero sí resulta necesario entender que muchas de esas competencias se han ido perdiendo a partir de políticas flexibles que priorizaron el conformismo de acceder a cualquier empleo con cualquier retribución, en detrimento del trabajo de calidad y de las competencias personales. Estos aspectos son justamente los que permiten generar relaciones de confianza, participar en la vida social y crear un proyecto de vida.

Con el eje en el empleo, el FR presenta propuesta




El líder del Frente Renovador Sergio Massa se reunió con diputados nacionales de su espacio en una fábrica. Allí compartieron la propuesta para el Sostenimiento del Empleo y Fomento del Empleo PYME que tiene entre otros ejes, disminuir impuestos a quienes tomen primer empleo.


Junto a los diputados nacionales Marco Lavagna, Graciela Camaño, José Ignacio De Mendiguren y Facundo Moyano, Sergio Massa mantuvo una reunión y luego recorrió la fábrica productora de autopartes Cozzuol ubicada en General Pacheco.

Los cinco alimentos “prohibidos” que ahora son buenos para la salud


Durante años fueron demonizados, pero ahora los especialistas dicen que se deben incluir en la dieta.
Las directrices y recomendaciones nutricionales están en constante revisión. Lo que era considerado como ‘malo’ ahora es ‘bueno’ o al revés, acorde a las nuevas investigaciones.
Esto genera que sea difícil, incluso para los científicos, mantenerse al día con los alimentos que son saludables y los que no.
Es por eso que Scott Harding, profesor de ciencias de la nutrición en el King’s College de Londres, puso en la mira cinco alimentos que hasta hace muy poco eran considerados como los “villanos” de la buena alimentación.

Huevos

Durante mucho tiempo se pensó que los huevos eran malos para el corazón. Un huevo grande contiene 185 mg de colesterol. Sin embargo, durante los últimos 20 años, la nutrición y la investigación médica demostraron repetidamente que los consumos normales de colesterol en la dieta tienen muy poca influencia sobre los niveles de colesterol en la sangre de una persona.
Los expertos en nutrición están corrigiendo los registros de los huevos y otros alimentos que contienen colesterol (como el hígado de pollo y los mariscos) que fueron apartados de la dieta ante la preocupación por parte de las directrices dietéticas.
Los huevos son una excelente fuente de proteínas, grasas saludables, y varias vitaminas y minerales.

Margarina y manteca

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Un experto sostiene que las grasas lejos de contribuir con los problemas cardíacos, pueden proteger al corazón y favorecer a la diabetes tipo 2
Un experto sostiene que las grasas lejos de contribuir con los problemas cardíacos, pueden proteger al corazón y favorecer a la diabetes tipo 2
La historia de las grasas para untar, como la margarina y la manteca, es probablemente una de las más confusas en la alimentación.
El origen de la margarina, que está hecha de grasa vegetal, se remonta a mediados de la década de 1800. Desde ese momento, ha reemplazado a la manteca en la mayoría de los países desarrollados.
Este cambio se vio impulsado por su menor precio en comparación con la manteca, así como por recomendaciones de profesionales de la salud que incitaban a comer menos grasas saturadas con el fin de prevenir la enfermedad cardíaca coronaria (CHD).
Si bien este cambio en las grasas saturadas comenzó a mostrar una disminución de la incidencia de enfermedades coronarias en la población, los investigadores también identificaron una relación independiente entre las grasas trans (una grasa que se produce cuando las grasas vegetales son parcialmente hidrogenadas para hacer margarinas) y las enfermedades del corazón.
Una vez que este enlace fue confirmado por varios estudios, los organismos reguladores de todo el mundo trataron de eliminar las grasas trans de la dieta.
La industria alimentaria reaccionó rápido e impulsó una margarina ‘libres de grasas trans’.
Pero todavía hay una confusión entre los consumidores en cuanto a si son seguras.
La respuesta es sí, según el experto, siempre que la etiqueta de los alimentos no figure “aceite vegetal parcialmente hidrogenado” como ingrediente.
 

Papas

Papas
La papa es uno de los pocos vegetales considerados como “malos”. Debido a que es un alimento de alto índice glucémico, tiende a ser agrupado con otros elaborados a partir de los hidratos de carbono refinados y se los recomienda evitar.
Sin embargo, las papas son una fuente rica en hidratos de carbono, vitamina C, vitaminas del complejo B y minerales.
La forma de prepararlas también cambia los aspectos de esos almidones que acumulan mala reputación.
Cocinar y enfriar las papas aumenta la cantidad de almidón resistente. Este componente actúa como la fibra dietética en la digestión que ‘resiste’ en el intestino, lo que podría tener un impacto positivo en las bacterias intestinales.

Nueces

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Las nueces también solían tener una mala reputación. Decían que son altas en grasas y que tienen muchas calorías, lo que llevó a evitarlas por todas aquellas personas que buscan perder peso. Sin embargo, hay pruebas crecientes para asegurar que los frutos secos crudos son la clave en una dieta saludable para mantener un peso adecuado.
Un informe reciente, publicado en el British Journal of Nutrition, demostró que comer frutos secos crudos reduce la muerte por enfermedades cardiovasculares, enfermedades coronarias y muerte súbita cardíaca.
Aunque los estudios aún están en curso para determinar qué componentes de los frutos secos son los que promocionan estos resultados positivos, ya se conocen los beneficios nutricionales.
Los frutos secos crudos contienen proteínas, grasas saludables (bajos en grasa saturada y alta en monoinsaturadas y poliinsaturadas), fibra dietética y micronutrientes.
“Hay que recordar que cuando se trata de alimentos y salud: todos los alimentos encajan en una dieta saludable. No hay que caer en la trampa de creer en la ‘súper comida’ o ‘mala'”.

Lácteos

Lacteos
Los aspectos positivos de los lácteos incluyen un alto contenido de proteína y calcio.
El contenido de grasa y el tipo de grasa son importantes a la hora de elegir productos lácteos ya que algunos contienen altos valores de grasas saturadas.
A pesar de que es mejor evitar una dieta alta en grasas saturadas (un factor de riesgo para las enfermedades del corazón), el consumo regular de productos lácteos no tiene por qué ser una preocupación.
Debido a que hay numerosos estudios que apuntan hacia los aspectos saludables y no saludables de los productos lácteos, es difícil recomendar la ingesta o tipos específicos de alimentos lácteos para mejorar la salud.
En los recientes cambios en las directrices que brindó el Reino Unido, siguen estando como parte de un plan de alimentación saludable, siempre y cuando las opciones sean bajas en grasa