miércoles, 26 de junio de 2013

 



Es casi un hecho inédito, por lo menos, en los últimos dos años: Daniel Scioli volvió ayer a sentarse mano a mano en un despacho de la Casa Rosada.
Primero apoyó la lista definida por Cristina Kirchner, después se sacó fotos con Martín Insaurralde, el candidato de la Presidenta en territorio bonaerense, y ayer pasó una hora y media en Balcarce 50 para coordinar la estrategia para sumarse al equipo de campaña para las próximas elecciones legislativas.
Después de meses de frialdad, el gobernador bonaerense se reunió con el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, que por mandato de la Presidenta quedó a cargo del diseño de la próxima campaña.
Del encuentro participó Insaurralde y se acordó una estrategia a dos bandas. Por un lado, el intendente de Lomas de Zamora y candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires se sumará a cada acto de gestión que encabece el gobernador. Por otro, Scioli acompañará a Insaurralde en sus presentaciones de campaña.
En paralelo, el elegido de Cristina tendrá, claro, sus propios actos con la Presidenta. El primero será el sábado, en la presentación de todos los candidatos de todo el país.
"Yo voy a hacer campaña con Martín. Yo juego acá", se comprometió el mandatario provincial ante Abal Medina, según transmitieron desde la Casa Rosada a RMN. Desde el equipo de Scioli confirmaron el encuentro y dejaron que fuera el Gobierno el que informara los detalles. Se convirtió así en un candidato testimonial sin serlo explícitamente.
El gobernador se había propuesto pasar de largo esta elección. Pero el lanzamiento de Sergio Massa lo obligó a rever su estrategia.
Con la idea de aprovechar para promocionar su propia gestión en la provincia, acordó ayer que él podrá mostrar las acciones de su gobierno junto a Insaurralde, y que llevará al candidato de la Presidenta a territorios donde el gobernador es fuerte, como Bahía Blanca, Mar del Plata, e incluso Almirante Brown, el distrito que conquistó a último momento Massa a través de la incorporación de su intendente, Darío Giustozzi.
"Habrá una mutua cooperación. Nos viene bien a los dos", confiaron desde la Casa Rosada. Tanto Cristina como Scioli necesitan unir fuerzas para derrotar al hombre de Tigre.
La tensa relación del gobernador y la jefa del Estado comenzó a transitar en las últimas horas un camino hacia el acercamiento, por lo menos durante el período electoral.
Después de que Scioli amagara con protagonizar un acuerdo con Massa, que finalmente rechazó, Cristina lo dejó sin lugares en las listas molesta por la jugada del mandatario bonaerense.
Repuesto tras haber quedado relegado de todos los acuerdos políticos, Scioli dio un giro a su discurso y retornó al redil kirchnerista. Su mayor gesto lo dio anteayer, cuando se presentó en Lomas de Zamora para participar del primer acto de Insaurralde tras haber sido designado candidato.
Consciente de que un triunfo de Sergio Massa haría tambalear sus chances electorales para 2015, Scioli direccionó su discurso hacia el intendente de Tigre.
En una entrevista con radio Del Plata, previo a reunirse con Abal Medina, intentó romper la estrategia del massismo de hablar de la re-reelección presidencial como una de sus más fuertes definiciones de campaña.
"La Presienta ha sido muy clara", trató de correr el eje el gobernador sobre las palabras de Cristian Kirchner, que negó una reforma constitucional.
Scioli volvió a diferenciarse de Massa, foco de su repentina campaña. "Hay caminos que pueden resultar más exitosos, más rutilantes, más cortos que el que yo estoy tomando. Pero prefiero quedarme con la conciencia tranquila y no ponerme en un lugar que la gente no espera de mí", chicaneó.
Fue en referencia al salto que dio el intendente de Tigre de lanzarse como candidato tras años como integrante del kirchnerismo. Scioli se negó a protagonizar un acuerdo con Massa al filo del cierre de listas y se recostó una vez más en el oficialismo.
Ayer, el gobernador negó que la Casa Rosada lo hubiera presionado para sumarse a la campaña de Insaurralde y se quejó de las "tergiversaciones" de algunos medios, frase celebrada anoche en Balcarce 50.
Más allá de que participará de la campaña, Scioli pidió "desdramatizar" la elección de medio término.
"Es una elección parlamentaria y hay que ponerla en ese contexto. Yo entiendo que haya ansiedad, pero falta para las ejecutivas", planteó, lo que será su objetivo a partir del 28 de octubre, un día después de los comicios generales que definirán el futuro del kirchnerismo y el Congreso que le quedará a Cristina para sus dos últimos años de mandato.

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