viernes, 14 de diciembre de 2012


Federer tuvo revancha ante Del Potro






En la segunda y última exhibición en Pipa Tigre, lo venció 6-4 y 7-6 (1) tras ser derrotado el miércoles.
En un marco de sonrisas, ovaciones y, esta vez, sin incidentes previos que lamentar, luego de que Cacho Castaña entonara el himno nacional y la gran ovación que el público volvió a brindarle a Roger Federer, comenzó la segunda y última exhibición entre el suizo y Juan Martín Del Potro en Tigre.
Firmes con sus servicios, ambos top ten sostuvieron sus juegos de saque con el sello que los caracteriza: Delpo con fuerza implacable desde el fondo y el suizo, con mayor ductilidad y variedad de golpes. Cuando Federer se puso 3-2, el juego tenía poco de exhibición, pero era altamente disfrutable por el nivel que ambos mostraban. Golpes sólidos, sutiles drops, buenas voleas, el menú de opciones ofrecido era amplio. La paridad en 3 llegaba sin break points para ningún lado. El noveno game no fue excepción y, sin problemas, Federer se puso 5-4 arriba y le pasaba la presión de sostener el saque o perder el set al de Tandil. Y le metió presión el suizo, que con una derecha ganadora consiguió los dos primeros puntos de quiebre del cotejo y un doble set point. Pero Delpo zafó de ambos, a partir de dos buenos servicios. Otra derecha, esta vez paralela, le dio a Roger otra chance de cerrar el primer chico, cosa que, 6-4, logró con un inapelable smash.
Así como a Federer le costó mucho sostener su saque en el primer juego del segundo chico, lo mismo le sucedió a Delpo en el cuarto, pero luego de salvar dos puntos de quiebre, con un ace de segundo saque, puso la chapa 2-2. Cuando sacaba 3-4, el tandilense tuvo que levantar dos puntos de quiebre para no quedar contra las cuerdas, y para suerte de los que asistieron al Pipa Tigre, se puso 4-4 para prolongar, aunque sea algo más, el tenis de Federer en la Argentina. Llegado el tiebreak, el suizo picó en punta velozmente 3-0 con un hermoso revés cruzado, casi de manual. Sin problemas y con la clase habitual, Federer cerró su visita al país sin problemas y se quedó 7-1 con el desempate.
"Fue el mejor viaje de mi vida", sintetizó el suizo consumada la victoria. Se ve que Federer, que tomó vino, comió asado, conoció la Bombonera e hizo lo que mejor sabe, entre sus cosas, se lleva un gran recuerdo de la Argentina.

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