viernes, 25 de enero de 2013

Bossio habría apretado a Massa para que sea candidato oficialista






Dólar blue a 7,60 pesos y Moyano calientan el rodrigazo cualitativo.
Ayer señalamos que el sincericidio de Guillermo Moreno al decir que el dólar oficial estaría a 6 pesos a fin de año calentaría el mercado cambiario. Y también ayer el blue de 7,52 llegó a $ 7,60 y, aunque en algunos lugares bajó algunos centavos. Pero en otras cuevas se vendía a $ 7,80 y lo curioso es que el público lo compraba igual, porque se tiene la sensación de que la brecha del 50% que hay entre el blue y el oficial se puede ampliar. Un fin de año a 10 pesos ya dejó de ser una fantasía para convertirse en un escenario posible. Sin ir más lejos, una sociedad de la bolsa difundió la semana pasada que el precio de 10 pesos por cada dólar blue podría llegar a mediados de julio o en agosto, si las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) muestran un resultado adverso para el cristinismo en la provincia de Buenos Aires. En caso de fijarse el mismo calendario electoral que en el 2011, en la última semana de junio vencerá el plazo para inscribir listas de candidatos. Los dos candidatos estrella para diputados nacionales con que cuenta el gobierno, Alicia Kirchner y Martín Sabbatella, no miden más del 18%. Con la ayuda del sello y del aparato del Frente para la Victoria podrían estirarse hasta entre el 25 y el 28%, cifra exigua para las aspiraciones reeleccionistas de la presidente. Pero un número hasta hoy realista, teniendo en cuenta que hasta el INDEC publicó que la industria cayó 1,5% en el 2012. Y para Orlando Ferreres, por ejemplo, el PBI del 2012 cayó 0,3%, o sea, una leve recesión con una inflación del 27%, como la calificó Gabriel Rubinstein, ex jefe de gabinete de Guillermo Nielsen, ex secretario de finanzas durante la gestión de Roberto Lavagna como ministro de economía.

La economía manda sobre las urnas

En este proceso, un indicador muy importante a tener en cuenta es el fracaso de la temporada de verano, tanto en la costa atlántica como en el interior del país. Para muchos, la peor temporada desde el 2003, cuando recién se vislumbraba la reactivación gracias a la aparición de China e India como grandes compradores de la soja, maíz y trigo argentino. Esto provocó una bisagra en la economía nacional, tirando abajo la teoría de Raúl Prebisch, quien decía que América Latina no podría salir nunca del deterioro de los términos del intercambio. Sin embargo, sí pudo hacerlo y las materias primas que exportamos no dejaron de subir todos los años. Esto incluía gas, petróleo y carne. Pero en el caso de estos tres productos, la desastrosa política kirchnerista hizo que, de exportadores netos de petróleo y gas, ahora, con estanflación, hayamos importado la friolera de 10.000 millones de dólares en combustibles sólo en el 2012. Y con la carne, debido a la prohibición de exportar, quedamos en el undécimo lugar, exportando cada vez menos.
Si esta tendencia negativa no se revierte rápidamente -lo que parece poco probable- el cristinismo podría toparse con serias dificultades en la elección de Buenos Aires, sin candidatos taquilleros y con la imagen de CFK anclada en el 30% de imagen positiva. La alternativa oficial es obvia: tentar a Sergio Massa, que amenaza con lanzarse como primer diputado por afuera del Frente para la Victoria, para que llegue a un acuerdo con CFK. Anteayer, el intendente de Tigre mantuvo una larga reunión con Diego Bossio, titular de la ANSES, organismo que él presidiera antes de convertirse en jefe de gabinete de Cristina Kirchner en el 2008. El cónclave disparó la versión de que Massa encabezaría la lista del Frente para la Victoria en las legislativas. Pero también circula otra interpretación del encuentro. La misma consigna que Massa se mostraría esquivo ante las presiones de la Casa Rosada y que Bossio habría sido el portavoz de un mensaje. Se trataría de un recordatorio a Massa sobre ciertos fondos de la ANSES que durante su gestión en ese organismo habrían ido a parar a las refacciones de la cancha de fútbol del Club Tigre, que juega en la primera división y del que él es vicepresidente. Por el momento, no se puede determinar la veracidad de esta versión. Pero de cualquier modo, hoy por hoy, es una realidad la excelente imagen que Massa tiene en Buenos Aires, donde cuenta con un 80% de conocimiento público, algo menos que el 100% que usufructúan Scioli y Macri.

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