Alberto F: duhaldista, kirchnerista, sciolista y ahora massista
Oportunista ? ? ?
Fue duhaldista, el primer cristinista, se calzó el traje de ultrakirchnerista cuando Néstor Kirchner llegó a la Rosada, hasta hace dos meses trabajaba por la candidatura de Daniel Scioli 2015, pero Alberto Fernández pegó el salto justo a tiempo y hoy es massista.
El ex jefe de Gabinete K (2003-2008) asesora al intendente de Tigre, Sergio Massa, en la elaboración de contenidos, ofrece su experiencia en la construcción de un proyecto más ambicioso que una banca en el Congreso, y además acerca a los kirchneristas desencantados al despacho de Massa. “Hoy empezamos a escribir una nueva historia. Hay una campaña por delante, le seguiremos hablando a la gente, ocupándonos de los problemas diarios”, dijo Fernández desde el búnker de Tigre el domingo pasado en formato vocero, y sorprendió a propios y extraños. Sobre todo a sus compañeros sciolistas.
Y es que en marzo pasado, Fernández se había unido -con anuncio y todo- a La Juan Domingo, la agrupación que trabaja por la candidatura presidencial del gobernador bonaerense para 2015. Formaba parte del equipo extraoficial de Scioli desde 2010, brindando servicios similares a los que hoy le ofrece a Tigre, aceitando relaciones con peronistas con los que cultivó amistad durante sus años en la jefatura de Gabinete.
Públicamente, expresó su preferencia por Scioli frente a Massa. En el programa de Juan Pablo Varsky, No somos nadie, el ex jefe de Gabinete eligió. Cuando Varsky le preguntó en el lenguaje del fútbol: “¿En el picado a quién elegirías, a Massa o a Scioli? Fernández respondió: “Seguramente, me condicionan los afectos personales, pero eligiría a Scioli”.
Hoy todo cambió, porque Scioli también hizo su elección, que fue profundizar el kirchnerismo explícito, un universo en el que Alberto es considerado “traidor”, primero por haber abandonado el barco K después de la derrota de la resolución 125, en plena crisis con el campo. Y luego por las críticas permanentes a la gestión de Cristina Kirchner, quien supo ser su amiga, además de su jefa política.
Alberto no tuvo otra opción. Fue uno de los armadores del acuerdo fallido que habían sellado Massa y Scioli antes del cierre de listas el 22 de junio pasado. Iban a armar un frente conjunto, pero a última hora, el gobernador, que había recibido ya llamados con promesas desde la Casa Rosada, se bajó del acuerdo. Fernández no tuvo otra alternativa que buscar el calor de Tigre.
Abogado, poeta y guitarrista. Los comienzos de la historia de Fernández también tienen pertenencia menemista, como superintendente de Seguros de la Nación ente 1989 y 1992. Dentro del peronismo, creció de la mano de Eduardo Duhalde, primero como vice del Grupo Bapro, cuando Duhalde era gobernador, por entonces coordinó el Grupo Calafate, una grupo peronista que acercó a los matrimonios Duhalde y Kirchner. En 1999, fue recaudador de la campaña presidencial del bonaerense en la que lo derrotó la Alianza. Encontró su reinvención con Domingo Cavallo y fue electo legislador porteño por la agrupación del ex ministro de Economía, Acción por la República.
En Tigre aseguran que los servicios de Alberto son útiles para el proyecto, pero remarcan que no quieren que una figura tan identificada con el modelo K sea la cara del massismo que viene. De allí que rápidamente el domingo del triunfo, los candidatos del Frente Renovador y el propio intendente tomaron la posta comunicacional.
Alberto soñó con ser jefe de Gobierno porteño, pero no pudo hacer pie en el distrito, ni siquiera en los momentos de confianza absoluta y de ladero de Néstor Kirchner. Durante un corto tiempo, también verbalizó sus deseos de ser presidente, pero la idea no tuvo quorum en el PJ. Hoy, volvió a su tarea de constructor, de facilitador, de defensor intelectual y operador en pos de un proyecto. Esta vez, el de su segunda opción, Sergio Massa. z we
El ex jefe de Gabinete K (2003-2008) asesora al intendente de Tigre, Sergio Massa, en la elaboración de contenidos, ofrece su experiencia en la construcción de un proyecto más ambicioso que una banca en el Congreso, y además acerca a los kirchneristas desencantados al despacho de Massa. “Hoy empezamos a escribir una nueva historia. Hay una campaña por delante, le seguiremos hablando a la gente, ocupándonos de los problemas diarios”, dijo Fernández desde el búnker de Tigre el domingo pasado en formato vocero, y sorprendió a propios y extraños. Sobre todo a sus compañeros sciolistas.
Y es que en marzo pasado, Fernández se había unido -con anuncio y todo- a La Juan Domingo, la agrupación que trabaja por la candidatura presidencial del gobernador bonaerense para 2015. Formaba parte del equipo extraoficial de Scioli desde 2010, brindando servicios similares a los que hoy le ofrece a Tigre, aceitando relaciones con peronistas con los que cultivó amistad durante sus años en la jefatura de Gabinete.
Públicamente, expresó su preferencia por Scioli frente a Massa. En el programa de Juan Pablo Varsky, No somos nadie, el ex jefe de Gabinete eligió. Cuando Varsky le preguntó en el lenguaje del fútbol: “¿En el picado a quién elegirías, a Massa o a Scioli? Fernández respondió: “Seguramente, me condicionan los afectos personales, pero eligiría a Scioli”.
Hoy todo cambió, porque Scioli también hizo su elección, que fue profundizar el kirchnerismo explícito, un universo en el que Alberto es considerado “traidor”, primero por haber abandonado el barco K después de la derrota de la resolución 125, en plena crisis con el campo. Y luego por las críticas permanentes a la gestión de Cristina Kirchner, quien supo ser su amiga, además de su jefa política.
Alberto no tuvo otra opción. Fue uno de los armadores del acuerdo fallido que habían sellado Massa y Scioli antes del cierre de listas el 22 de junio pasado. Iban a armar un frente conjunto, pero a última hora, el gobernador, que había recibido ya llamados con promesas desde la Casa Rosada, se bajó del acuerdo. Fernández no tuvo otra alternativa que buscar el calor de Tigre.
Abogado, poeta y guitarrista. Los comienzos de la historia de Fernández también tienen pertenencia menemista, como superintendente de Seguros de la Nación ente 1989 y 1992. Dentro del peronismo, creció de la mano de Eduardo Duhalde, primero como vice del Grupo Bapro, cuando Duhalde era gobernador, por entonces coordinó el Grupo Calafate, una grupo peronista que acercó a los matrimonios Duhalde y Kirchner. En 1999, fue recaudador de la campaña presidencial del bonaerense en la que lo derrotó la Alianza. Encontró su reinvención con Domingo Cavallo y fue electo legislador porteño por la agrupación del ex ministro de Economía, Acción por la República.
En Tigre aseguran que los servicios de Alberto son útiles para el proyecto, pero remarcan que no quieren que una figura tan identificada con el modelo K sea la cara del massismo que viene. De allí que rápidamente el domingo del triunfo, los candidatos del Frente Renovador y el propio intendente tomaron la posta comunicacional.
Alberto soñó con ser jefe de Gobierno porteño, pero no pudo hacer pie en el distrito, ni siquiera en los momentos de confianza absoluta y de ladero de Néstor Kirchner. Durante un corto tiempo, también verbalizó sus deseos de ser presidente, pero la idea no tuvo quorum en el PJ. Hoy, volvió a su tarea de constructor, de facilitador, de defensor intelectual y operador en pos de un proyecto. Esta vez, el de su segunda opción, Sergio Massa. z we
Experto en reconversión política
* Alberto Fernández fue duhaldista, kirchnerista, trabajó hasta hace dos meses por la candidatura de Scioli 2015 y hoy se cobija en el massismo.
* Fue uno de los armadores del frustrado acuerdo Scioli-Massa para octubre.
* Pero no le quedó otra opción que buscar refugio en Tigre luego de que el gobernador eligiera permanecer con los K
* Fue uno de los armadores del frustrado acuerdo Scioli-Massa para octubre.
* Pero no le quedó otra opción que buscar refugio en Tigre luego de que el gobernador eligiera permanecer con los K
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