Todo comenzó en Don Torcuato, partido de Tigre, a partir de que un operador del Centro de Operaciones Tigre (COT) detectó a través de las cámaras los movimientos propios de la venta de estupefacientes en un chalet sobre la Av. Belgrano.
Los compradores de la droga -cuya gran mayoría lo hacía en importantes cantidades para su posterior menudeo en los barrios- llegaban durante distintos horarios del día y desde la puerta, como si fuera un kiosko que vende caramelos, les entregaban la mercancía a cambio del dinero.
A partir de estas imágenes, la Fiscalía Descentralizada en Investigaciones de Drogas Ilícitas de Tigre comenzó su tarea investigativa y descubrió que se trataba de una red más grande con células además de Tigre en Hurlingham y San Isidro, que manipulaba grandes cantidades de droga para su venta a distribuidores minoristas.
Se realizaron 4 allanamientos simultáneos encabezados por el Fiscal Diego Calegari y avalados por el Juez de Garantías Orlando Abel Díaz con la Policía Departamental Conurbano Norte y la Policía de Tigre con apoyo del GAD Merlo Norte, Pilar, Zárate-Campana y Conurbano Norte. Había información que la droga en Don Torcuato estaba bien escondida, por ello también participó Gendarmería con sus perros especialmente preparados que realizaron una tarea eficiente y encontraron oculta en un doble fondo la droga de máxima pureza.
Como resultado de los allanamientos, se aprehendieron 5 hombres y 4 mujeres, se secuestraron 3 kilos de droga: cocaína de máxima pureza, marihuana y psicofármacos, tizas y bagullos así como 45.000 pesos en efectivo, 2 armas de grueso calibre, cargadores y municiones, 29 celulares, 3 vehículos y 4 balanzas de precisión.
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