Une Vicente López con Tigre
Los desafíos para recuperar el Tren de la Costa tras la estatización
Vecinos y comerciantes esperan que arreglen las estaciones, mejoren la frecuencia y bajen el precio del boleto. El Gobierno nacional también quitó la concesión del Parque de la Costa.
El anuncio de estatización del Tren de la Costa que hizo el martes el ministro del Interior y Transporte nacional, Florencio Randazzo, despertó expectativas entre comerciantes y vecinos que están próximos a las estaciones en torno a una serie de cambios que podrían ponerlas más seguras y en valor, y que tiendan a estabilizar el servicio que tiene mala frecuencia y tarifas caras. Muchos especulan con que esta iniciativa generaría más afluencia de turistas en la zona y mejorar la comunicación en el Bajo.
Al salir de la estación Maipú, en Vicente López, el Tren de la Costa atraviesa el Bajo de ese Municipio, pasa por el de San Isidro, luego por el de San Fernando (donde se detiene en Marina Nueva, San Fernando y Canal) y, por último, arriba a Delta, la estación de Tigre donde termina su recorrido de ida, para retomar la marcha en dirección contraria.
Con la medida que anunció Randazzo el martes, este servicio quedó en manos del Estado luego de 18 años de concesión al Grupo Soldati, al que no sólo le rescindieron el contrato por “falta de mantenimiento” sino que también le quitaron la concesión del Parque de la Costa. Ahora, al Tren de la Costa lo administrará la Sociedad Operadora Ferroviaria.
La frecuencia oficial de las unidades es cada media hora, aunque vecinos y comerciantes que viajan en el Tren de la Costa aseguran que no suele cumplirse, ya sea porque hay paros o debido a que no hay suficientes unidades para cubrir el servicio. “Habitualmente uso el tren para ir al trabajo. Las unidades andan bien y están en buen estado por dentro, aunque por fuera muchas tienen graffitis. El servicio no es muy bueno. Hay días que no funciona como debería y, como nadie avisa, te complica el traslado”, dijo Juan Sánchez, empleado del restorán Puerto Chico, ubicado en Del Arca 78.
Esos inconvenientes, sumado a que el boleto sale $ 10, hacen que cada vez haya menos usuarios de la zona viajando en este tren. Si aún sobrevive, indican los vecinos, es porque los turistas –pagan $ 16– lo usan para moverse por el Bajo los fines de semana, donde encuentran las ferias ecológicas y sustentables de “Sabe La Tierra”, restoranes, el Puerto de Frutos, el Parque de la Costa y el Casino. De hecho, esos días suelen salir formaciones con tres vagones, en vez de dos como ocurre durante la semana. “Si no fuera por estos negocios, las estaciones estarían totalmente abandonadas. El boleto es carísimo, pero como viaja poca gente se ve que no alcanza la plata para que instalen iluminación y que las mantengan”, precisó Liliana Pellegrini, de Punta Chica.
Si con la estatización se resolvieran esas dificultades, el tren serviría como un servicio para trasladarse en el Bajo, sobre todo porque, por ejemplo, por Libertador, en San Fernando, sólo pasa el colectivo 60. En tanto, los comerciantes esperan mejoras para a través de este tren recibir más visitantes.
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