viernes, 24 de agosto de 2012

Rechazo en los countries por la propuesta para abrir las barreras


Los empresarios respondieron que deberían solucionar la inseguridad



Los vecinos de Nordelta, Santa Teresa de Villa Nueva, La Escondida y otros barrios cerrados de Tigre se opusieron a la idea de controlar los límites de los countries. "Ya bastante nos perjudicaron con la quita de subsidios", dicen.


Primero se asustaron y se alejaron de las grandes ciudades para refugiarse en un espacio natural, con seguridad privada y lejos del caos del tránsito. Pero ahora, volvieron a alarmarse: no quieren que esa tranquilidad que fueron a buscar a Tigre pueda quebrarse. Es por eso que los vecinos que viven en barrios cerrados y countries de Tigre salieron con los tapones de punta a criticar la posibilidad de que un proyecto de ley que obligaría a "eliminar las barreras arquitectónicas y urbanísticas".
"Claramente ninguno está de acuerdo ¿Con todas las cosas que están pasando en el país, nos quieren sacar la seguridad que vivimos a buscar acá? No quiero perder lo que tanto me costó conseguir: tener una familia protegida, segura. Es más, uno ya ni está tranquilo dentro de un barrio privado, esto empeoraría las cosas", opinó atigre.clarin.com Daniel Lambertino (66 años), vecino de La Escondida, en Rincón.
"Ya bastante nos perjudicaron con la quita de los subsidios. Ahora estoy pagando $ 750 de luz y $ 650 de gas. Y somos dos adultos y un bebé nada más en una casa de 150 metros cuadrados. Nos quieren controlar todo y sacar todo", protestó Josefina Ramírez, vecina de 32 años y del barrio Santa Teresa de Villa Nueva, en Benavídez.
"Para mí, es absurdo. Nosotros hemos pagado fortunas por tener un terreno dentro de un barrio privado. Si qusieran lanzar esta ley, ¿quién nos devolvería todo ese dinero? Nadie. Además, nuestras propiedades perderían muchísimo valor. El problema no es sólo perder la seguridad. Es el valor agregado de un lugar cerrado que uno eligió para vivir", se quejó Carlos Spinola, un vecino de 56 años del barrio La Isla, en Nordelta.
El proyecto fue anunciado ayer por Agustín Rossi, presidente del bloque de diputados del Frente para la Victoria, durante la reunión de la Comisión Bicameral. La iniciativa apuntaba a abrir el paso a la circulación vehicular y de personas por las entradas de los barrios que ahora están cerrados y cuentan con seguridad de empresas privadas. En ese momento, Rossi dijo que el Poder Ejecutivo buscaba legislar el rechazo de las barreras eliminando el artículo 2073 del proyecto de reforma del Código Civil, que establece condiciones especiales para la organización interna de los barrios cerrados y dejar esa regulación a cargo de la ley de propiedad horizontal. Para lograrlo, esa ley debería ser reformada. Hoy, Rossi negó que quieran abrir los countries, aunque siguió criticando a los barrios. Los calificó de "hongos urbanos", "ghettos" y "ciudades medievales que separan a los que viven bien de los que no participan de la vida urbana y quedan fuera de los muros, corriendo muchos riesgos".
"Claro que iban a dar marcha atrás, por eso nunca me preocupé cuando escuché semejante proyecto, porque muchos de los políticos viven por acá, se perjudicarían a ellos mismos. Tenés Ricardo Echegaray, titular de la AFIP, viviendo en Talar del Lago, y también tiene una casa en Nordelta. Nuestro propio intendente, Sergio Massa, vive en un barrio en Rincón de Milberg", comentó María Sánchez, una vecina La Alameda, en Nordelta.
"Se creen que vivimos en un Truman Show. Pero nosotros pagamos y hemos trabajado toda la vida para vivir acá. Creo que buscan perjudican a la gente que vive en zona Norte. Barrios privados hay en Tigre, en San Isidro, en San Fernando. Hay cosas más importantes de qué ocuparse, como mejorar la seguridad en la zonas que no hay countries en vez de sacársela a los lugares que si cuentan con agentes espaciales que cuidan a sus vecinos", apuntó Hernán Solanas, vecino de San Francisco, en Villa Nueva.
Jorge O'Reilly, presidente de la Cámara de Desarrolladores al Costo y empresario de Eidico, una constructora que desarrolló varios emprendimientos en Tigre como Villa Nueva, dijo que en un "plano ideal y teórico, la idea me parece muy simpática: qué más quisiéramos que no haya delincuencia y que haya salud y educación gratis y buena para todos. Me parece que si fuera así, las rejas de los countries ni las de las casas de barrios comunes y hasta las de las plazas públicas no deberían existir. Pero en la práctica la realidad es otra: hay que reconocer que el origen de estos productos es la necesidad de gente que no es rica como muchos creen, sino de familias de clases medias que se asocian para construir viviendas que respondan a una necesidad prioritaria como es la seguridad".

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