martes, 10 de noviembre de 2009

Los cuatro jóvenes que murieron en Nordelta estaban alcoholizados




Los cuatro jóvenes que el 19 de octubre murieron ahogados al accidentarse y caer el auto en el que se movilizaban a un lago interno del complejo de countries Nordelta, en el partido de Tigre, estaban alcoholizados, informaron fuentes judiciales.


Los análisis de sangre determinaron que las cuatro víctimas tenían entre 1,61 y 2,10 gramos de alcohol por litro de sangre, lo que significa que tomaron entre el triple y el cuádruple de lo permitido para conducir, que es de 0,5.

El detalle del dosaje alcohólico es el siguiente: el presunto conductor del auto, Eduardo Cabirta (25), es el que mayor cantidad de alcohol había ingerido, 2,10 gramos de alcohol por litro de sangre; Alexis Fraccia (26), 2,09; Darío Fasano (22), 1,76 (sangre) y 1,43 (orina) y Sebastián Cabirta (22), 1,61.

Fasano es el único al que se le logró extraer orina para el análisis y por eso presenta dos dosajes distintos. El peritaje llegó en las últimas horas al despacho del fiscal de Benavídez a cargo del caso, Gonzalo Aquino, quien ya se encamina a archivar la causa como un cuádruple homicidio culposo accidental, según fuentes judiciales.

"Todo indica que la tragedia fue causada por un cocktail mortal entre alcohol y velocidad en el que los chicos son los únicos responsables", dijo a Télam una fuente judicial. Las autopsias ya habían revelado que los cuatro murieron ahogados al no poder salir a tiempo del habitáculo del auto Volkswagen CrossFox que cayó al lago.

Los forenses de la Policía Científica de San Isidro llegaron a la conclusión de que ninguno de los cuatro jóvenes presentaba algún golpe o lesión, todos cayeron conscientes al agua, intentaron respirar bajo el agua, sus vías respiratorias se llenaron de agua y murieron por asfixia por inmersión.

Las fuentes explicaron que la confirmación de que los cuatro jóvenes estaban alcoholizados es uno de los factores que pudieron haber contribuido a que ninguno lograra salir con vida.

El fiscal Aquino aún espera el peritaje accidentológico definitivo, pero los expertos que trabajaron en el lugar del hecho le adelantaron que evidentemente el exceso de velocidad fue determinante en la tragedia.

"El auto debía venir a más de cien kilómetros por hora y por alguna mala maniobra o falla mecánica el conductor mordió el cordón al salir de una rotonda, perdió el control, atravesó un cantero central, cruzó el carril contrario de la avenida, subió una barranca y cayó al lago", dijo a Télam la fuente judicial consultada.

La tragedia ocurrió a las 6 del pasado Día de la Madre, 19 de octubre, cuando Fraccia, Fasano y los primos Cabirta regresaban de una fiesta en el pub "Down Town Matías" de una zona comercial abierta al público del barrio Bahía Grande de Nordelta, cerca de la ruta 27.

Las víctimas vivían en San Martín y para acortar camino rumbo a la Panamericana, ingresaron al country, donde tenían el acceso permitido porque eran visitantes frecuentes de Nordelta porque allí vive uno de sus amigos.

El accidente se produjo en la avenida De Los Lagos que une la docena de barrios privados que integran el complejo, tiene dos carriles de cada mano, un cantero central que las divide y la velocidad máxima permitida es de 60 kilómetros por hora.

Al salir de la rotonda de ingreso al barrio Las Glorietas, el CrossFox negro en el que viajaban las víctimas mordió un cordón, perdió el control y terminó hundiéndose en uno de los lagos del barrio Cabos del Lago.

Para terminar en el agua, el auto pasó un boulevard que separa los carriles, cruzó en diagonal la mano contraria, pasó una barranca, arrancó al menos dos arbustos y cayó al lago, en un sector donde hay 12 metros de profundidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario